Todas las madres sabemos que ser madre puede llegar a ser muy duro. A veces pasa y otras veces no, pero necesitamos desconectar, tener tiempo para dedicárnoslo a nosotras. En muchas ocasiones, no es nada fácil poder compaginar el trabajo, la casa y atender a los peques.
A ello debemos sumar la vida familiar y la social, salir a hacer deporte, etc. El día sólo tiene 24 horas, debemos dormir y no siempre tenemos todo el tiempo posible Para ponerlo más cuesta arriba debemos contar con el estrés de nuestro día a día.
¿Y si se es madre soltera? ¿Si se está estudiando? Como se puede ver, las madres somos unas auténticas maestras (a la fuerza) en aprovechar el tiempo. Por eso es normal que de vez en cuando necesitemos desconectar.
Tiempo, un tesoro para todas las madres
Muchas personas podrán decir que las madres descansamos mientras nuestros hijos duermen. Puede ser así, pero por las noches, lo único que queremos es descansar también. Sobre todo porque al día siguiente toca volver a trabajar y a andar con prisas de un lado para otro.
No todas las familias tienen la capacidad económica suficiente como para poder pagar a una canguro. Si así fuera, no habría problema en tener tiempo para nosotras, pero en muchos casos no puede ser.
Nuestra pareja tiene que ser consciente de nuestro esfuerzo y debe ser uno de los pilares más importantes de la familia. Que nos ayude es algo primordial, especialmente cuando tenemos esos días en los que solamente queremos descansar.
Cuando nuestra pareja se haga cargo de nuestros hijos llega el momento de que nosotras podamos descansar. Solo con tener unas horas libres o incluso un día entero nos vendrá muy bien. Volveremos a sentir que tenemos el control sobre nuestra vida y nos hará sentirnos mucho más cómodas.
Si queremos sentirnos mucho mejor y volver con las pilas cargadas, un tratamiento relax nos vendrá de perlas. Recibir un masaje o un tratamiento de belleza hará que volvamos con las pilas cargadas a nuestro día a día.
Otras opciones pueden ser leer un buen libro, disfrutar de una película o una cena con nuestra pareja, etc. Lo que debemos buscar es un momento exclusivamente para nosotras, aunque sea una vez a la semana. Dos o tres horas de desconexión pueden ser suficientes. Todo depende del nivel de estrés que se tenga en el día a día. Y tú… ¿aprovechas tu tiempo?