Siempre ha corrido el rumor de que los bebés se malacostumbran si los coges demasiado en brazos. O, no te suena eso de “no lo cojas tanto en brazos, que se acostumbra” … Si eres madre habrás escuchado esto en más de una ocasión, ¿verdad? Pues bien, que sepas que realmente se trata de un rumor, resulta que puedes sostener a tu bebé en brazos todo el tiempo que sea posible.
Pero, ¿por qué ahora sí y antes no? No te líes, resulta que siempre ha sido así, solo que al ser un rumor tan consolidado todos caíamos en el error. No intentes tomar represalias ahora de quién te lo dijo en su momento, tan solo presta atención porque vamos a contarte los motivos de por qué es necesario que los bebés pasen tiempo en brazos.
¿Por qué los bebés necesitan pasar tiempo en brazos?
Cuando los bebés lloran, inmediatamente se tiene a su rescate sosteniéndoles en brazo e intentando averiguar qué es lo que les pasa. Es inevitable, el instinto de madre o padre te dice que es eso lo que debes hacer, y sinceramente que dijeran que esto era algo malo nos traía de cabeza, ¿verdad?
Menos mal que ahora la corriente confirma que estábamos obrando mal al no coger a nuestros hijos en brazos. Pero, no nos lo estamos inventando, ni intentando desmentir la mentira. Todo esto de lo que hablamos tiene una razón científica, ¿quieres saberla?
Pues bien, vamos al grano. Cuando los bebés nacen pasan por un proceso de exterogestación. Es decir, necesitan acostumbrarse a su nuevo entorno, y deben hacerlo poco a poco. Han estado 9 meses en un entorno cómodo, caliente y muy pequeño y ahora han pasado a un espacio abierto, inmenso y frío.
Hagamos hincapié en este último concepto. El concepto de lugar frío. Según una psicóloga llamada Laura Gutman, los bebés necesitan sentirse abrigados por los brazos de su madre o de su padre para volver a sentir ese calor que tenían dentro del vientre. Ahora, ya no suena tan descabellado, ¿verdad? Se trata de ofrecerle a tú bebé un ambiente lo más similar posible al que tenían dentro del útero.
¿Qué sucedía hasta ahora cuándo no pasaban tiempo en brazos?
Ahora bien, por miedo (y por toda esa influencia de las personas) hay muchos niños que no han sentido ese calor, ni se han sentido como en casa cuando más lo necesitaban. Para estos niños, sintiéndolo mucho, ha habido consecuencias, y esto es algo que tampoco nos estamos inventando, los últimos estudios psicológicos lo corroboran.
Si dejas a tus hijos llorar cuando te piden brazos, estarás contribuyendo a que tengan estos síntomas en un futuro.
- Ansiedad: Si dejamos al bebé llorar, entrará en un estado de nervios constante, lo que desencadenará ansiedad en un futuro próximo. Sobre todo, decirte que desarrollará estrés, lo que no le vendrá muy bien en su vida.
- Desconfianza: El bebé te pide que le atiendas, y si no lo haces perderá la confianza que tenía en sus padres. Lo malo es que esto le acompañará durante toda su vida y le costará confiar en su entorno.
- Falta de autoestima: ¿Qué pasa cuando a un adulto le dan un abrazo? Efectivamente, un abrazo refuerza la autoestima. Pues lo mismo pasa con nuestros pequeños. Ante la ausencia de abrazos siempre sentirá inseguridad.
- Individualismo: Si acostumbras a los pequeños a estar solos cuando necesitan compañía, podrían perjudicarse ellos mismos en el futuro al querer ser menos cooperantes y más individualistas.
¿Es malo entonces que se acostumbren a los brazos?
No siempre es malo que los pequeños se acostumbren a algo en concreto, y teniendo en cuenta que estamos hablando de que se acostumbren a estar cerca de los padres… Explicado así parece obvio, ¿verdad? ¿Cómo entonces hemos dejado persuadirnos por esos comentarios que nos llegaban de personas externas?
Al final, lo que importa es lo que tú quieras y creas mejor para tus pequeños, y consideramos que lo que más te importa es ofrecerles cariño, protección, calor y autoestima. Por eso hemos considerado que estos consejos te vendrán muy bien a la hora de criar a tus pequeños.
Además, también dicen que es importante que los más pequeños escuchen el corazón de su mamá tal y como lo escuchaban cuando estaban en el útero, encogidos en el pecho y estando piel con piel con su cuerpo.
No vuelvas a sentirte mal por cogerlo en brazos, es algo natural y además te lo pide el cuerpo y te lo pide tu bebé. Y si no te lo pide y a ti te apetece, que sepas que también puedes cogerlo, abrazarlo, besarlo… Cuanto más cariño sienta por tu parte, más autoestima le estarás dando, y más valores le estarás aportando para su futuro.
¿Cuál es entonces la conclusión?
De todo lo que te hemos contado, debes sacar primero una conclusión: no debes fiarte de lo que dicen los demás, si no está contrastado con un profesional que entienda del tema (un pediatra, un psicólogo…).
Por otra parte, la otra conclusión clara es que, si queremos que nuestros hijos tengan en un futuro confianza, autoestima y no tengan ansiedad ni se sientan solos en el camino, tendremos que darles en el día de hoy lo que necesitan, y eso es tenerlos en brazos todo el tiempo que requieran.
Además, piensa que el día de mañana, si no has abrazado suficiente a tu pequeño, te puedes arrepentir. Esos momentos en los que el bebé llora y tú vas a su rescate abrazándolo con cariño, ¡no tienen precio! Aprovecha mientras puedas que el tiempo pasa rápido, y a medida que los pequeños crecen, ya no sueltan tantas muestras de cariño.
Deja de hacer caso de lo que digan los demás, en la relación con tus pequeños mandas tú y nadie más, y si encima han sido profesionales los que han corroborado que puedes coger en brazos a tu pequeño tantas veces quieras, ¡mucho mejor!