Llega el verano y con él los días de playa, piscina, excursiones y muchas actividades para las familias, pero también pueden llegan los cortes de digestión, quemaduras solares o los golpes de calor, algo a lo que todo el mundo está expuesto, pero… ¿sabemos cómo reaccionar ante los golpes de calor en nuestro bebé?
Se trata de una alteración grave dentro de la regulación térmica del cuerpo y se produce por una exposición prolongada al sol o por estar durante mucho tiempo en una zona donde haya mucho calor y no estar correctamente hidratados ni contar con protección como crema solar, ropa ligera, gorro, etc. algo que afecta más seriamente a los bebés.
Según la Asociación Española de Pediatras de Atención Primaria, las posibilidades de sufrir golpes de calor es mayor si los bebés tienen diarrea, fiebre, si se está más gordito de lo normal o aquellos que tengan patologías crónicas renales, mentales o cardíacas entre otras, por ello debemos extremar la precaución con estos pequeños especialmente.
Cuando los bebés son muy pequeños, son propensos a sufrir golpes de calor si no se previenen para ello, esto es debido a que su sistema para regular la temperatura corporal todavía no funciona correctamente porque se está formando.
Detección y tratamiento de los golpes de calor
Esta clase de afección puede aparecer de diferentes formas como sequedad en la piel y una gran temperatura corporal, irritación de la piel en zonas del cuello, axilas y pecho, debilidad, mareos, desmayos, vómitos, calambres musculares, deshidratación y puede que fiebre de más de 40 grados.
Hay que procurar determinar cuáles son estos síntomas y si los tiene nuestro pequeño, para así poder actuar cuanto antes y evitar que en un tiempo prolongado de esta situación se pueda producir un coma, por eso es tan importante proteger a los más pequeños y estar atentos a cualquier señal.
Lo normal es suministrar agua o suero vía oral y en caso de ser un lactante darle el pecho así como llevarle a un lugar aireado, quitarle la ropa y darle una pequeña ducha de agua fresca. Una vez hecho hay que dejarle descansar y acostarle de lado, controlándole en todo momento por si hay que llevarle a un médico urgentemente.
Recuerda, los bebés deben estar bien hidratados, protegidos con un gorrito y con ropa ligera que no les provoque calor. Debemos darle varias comidas ligeras a lo largo del día, preferiblemente a temperatura ambiente o frescas y si tienen más de 6 meses podemos utilizar crema de con un factor de protección superior a 20.