La obesidad es una de las epidemias de salud que hay hoy en día. Es algo que puede afectar a cualquier clase de persona, tanto los mayores como los más jóvenes. Es este artículo queremos hablar de la obesidad en la adolescencia, algo que puede repercutir en su vida social.
Sabemos que en la adolescencia los jóvenes quieren gustar y les afectan mucho lo que les digan. El hecho de estar obesos o con sobrepeso puede resultar bastante negativo para quien lo sufre. Pueden sufrir bullying, tener baja autoestima y el tradicional medo al “qué dirán”.
Es importante inculcarles desde pequeños la importancia de una buena alimentación pero también hacer ejercicio físico. Si se acostumbran desde pequeños, es poco probable que sufran de obesidad o sobrepeso a medida que vayan creciendo.
España, récord en obesidad en Europa
Diferentes estudios revelan que España cuenta con una de las tasa de prevalencia más altas en obesidad infantil. Por ello, es lógico que si no se pone remedio, en la adolescencia sigan siendo obesos.
La principal causa de la obesidad en los adolescentes es la alimentación. Normalmente se suele abandonar la dieta mediterránea y es aquí cuando comienzan los problemas con el sobrepeso.
Para decir adiós a la obesidad, tanto infantil como en la adolescencia, los expertos nos recomiendan unas pautas. Es importante recuperar la dieta mediterránea y apostar por los productos de temporada.
Hay que tener presentes determinados productos e ingredientes en la alimentación. Aceite de oliva, legumbres, cereales, lácteos, verduras, hortalizas, pescados, yogur, frutos secos, pollo, etc. Se puede comer de todo pero con moderación y hay que evitar la bollería industrial, bebidas con azúcar o fritos.
Si es posible, es recomendable que los niños coman cinco veces al día, menos cantidad pero más repartido. También se recomienda reducir al máximo la ingesta de comida rápida. Aunque de vez en cuando se puede permitir algún exceso, no hay que ser estrictos 100%.
Hay que evitar aquellos alimentos que engordan pero no tienen todos los nutrientes que necesita el cuerpo. Dulces, snacks, fritos, productos congelados… son alimentos que tienen o mucho azúcar o sal. También tienen grasas saturadas y aportan muchas calorías que no tienen sentido nada más que para engordar.
Además de la alimentación es importante animarles a que practiquen ejercicio. Una hora al día de ejercicio aeróbico es ideal para mantener el cuerpo en forma. Caminar, correr, andar en bicicleta, patinar, nada, etc., son ejercicios muy saludables.
Para finalizar, algo muy importante, el descanso. Es muy importante que los niños y adolescentes duerman las horas necesarias. En caso de niños entre 6 y 12 años se recomienda dormir 10 horas y a partir de esa edad, con 8 horas es suficiente.