Todo el mundo sabe que el tabaco es completamente nocivo para la salud y que cuenta con miles de sustancias muy dañinas, no solo para nuestro organismo sino también para el feto, algo que puede ponerle en peligro.
Que la mujer embarazada fume, hace que el feto reciba menos sangre con oxígeno y lo que está consiguiendo es retrasar su crecimiento. A pesar de este peligro, muchas mujeres continúan fumando, aunque para “paliar” el efecto fuman menos, pero da igual, sigue produciéndose daño.
Riesgos de fumar durante el embarazo
Los riesgos son elevados y es importante que todas las mujeres se conciencien del daño que pueden hacer a sus bebés. Cuando una mujer fuma durante el embarazo, los niños pueden llegar a tener más posibilidades de sufrir enfermedades respiratorias durante su infancia.
Asimismo pueden presentar más posibilidades de sufrir diferentes patologías crónicas como pueden ser el sobre peso o la diabetes entre otras, las cuales deben controlarse en todo momento.
También aumenta el índice de mortalidad perinatal del feto, puede ocurrir que el bebé nazca de forma prematura y con bajo peso. Patologías que deben ser muy tenidas en cuenta, pero no es algo que solo afecten al futuro bebé, la madre también está expuesta a riesgos de salud.
Entre estos riesgos se encuentra el aumento de posibilidades de que se produzca un embarazo ectópico y un aborto espontáneo, complicaciones placentarias o también diferentes enfermedades cardiovasculares entre otras.
Abandonar el hábito del tabaco no es algo fácil y en muchas ocasiones lo mejor es pedir ayuda a especialistas, porque no solo no hay que fumar durante el embarazo sino que tampoco hay que hacerlo después. El tabaco y su humo también pueden hacer daño al bebé cuando nazca y no es para nada recomendable que viva en un ambiente con humos.
Muchas mujeres optan por dejar de fumar durante el embarazo y de esas mujeres solo una tercera parte decide dejarlo, el resto continúan haciéndolo, a pesar de los riesgos tanto para ellas como para el recién nacido.
Si se fuma durante la lactancia el bebé puede sufrir hiperactividad, asma, déficit de atención o incluso síndrome de muerte súbita. Además un ambiente con humos, por mucho que se ventile la casa, puede afectar muy negativamente al niño, convirtiéndoles en fumadores pasivos, con todos los riesgos que ello conlleva.
Después de saber los riesgos a los que te expondrás y expondrás a tu futuro bebé… ¿aún quieres seguir fumando?