Alrededor de los 9 a 21 días después del nacimiento del bebé, el resto que quedó del cordón umbilical, ya está seco y se cae por sí mismo, esto marca el momento para el primer baño en el recién nacido.
Hoy en Mamalua compartimos algunos consejos para hacer este momento agradable para ti y para tu bebé.
El muñón umbilical en el ombligo del bebé debe permanecer limpio y seco, mucho mejor si no lo tapas y así recibe el aire para lograr una mejor cicatrización. Mientras los días pasan es aconsejable dar baños de esponja al bebé o bien limpiarlo con algodón o una toallita suave para retirar la orina y la suciedad.
Baño de esponja
Al nacer el bebé, en el hospital le darán una buena limpieza y al llegar a casa debes mantener una rutina para evitar molestias en su piel y malos olores. Diariamente limpia las nalguitas, ingle, piernas y las áreas donde la piel presenta dobleces: cuello, axilas, parte interna del brazo, piernas y dedos.
Coloca a tu bebe sobre una superficie plana y acolchonada. Usa una esponja suave o un pañito de algodón mojado en agua tibia, seguidamente asegúrate de secar suavemente toda su piel y cuidadosamente su cabeza.
Baño de inmersión
Sin apresurarte, espera a que caiga naturalmente el muñón del cordón umbilical. Aunque en algunos países se acostumbra a bañar diariamente a los bebés, la Asociación de Pediatría Americana aconseja hacerlo 3 veces por semana para que no haya resfriados o cambios de temperatura.
En una bañera de poca profundidad con un poco de agua tibia de manzanilla, sumerge al bebe sostenido en tu brazo dando seguridad; si deseas usa jabón suave neutro o solamente el agua. Vierte poco a poco agua sobre su cuerpo usando tu mano y de último limpia su cara.