Uno de los escenarios más comunes durante la crianza es encontrarse con el comportamiento desafiante de nuestros hijos. Estas situaciones pueden generar sentimientos de frustración, agotamiento e incluso cuestionamientos sobre nuestra efectividad como padres. Desde una perspectiva neuropsicológica infantil, es fundamental comprender que estos desafíos no son triviales y, si no se abordan adecuadamente, pueden evolucionar hacia problemas de comportamiento más graves.








