En algunas ocasiones nuestros hijos se ven abordados por extraños. Es en estos momentos cuando los progenitores debemos darles algunas pautas para que estén prevenidos. No todos los extraños son malos, pero es importante hacerles entender que no deben fiarse de nadie.
La importancia de aconsejar a los niños sobre sus relaciones con extraños
No es bueno que los niños se fíen de cualquier persona. Lo más recomendable es que les enseñemos, siempre sin generarles miedo, que no es buena idea fiarse de todo el mundo. Desde que los niños son pequeños es muy aconsejable que no confíen en nadie y que aprendan a diferenciar las situaciones seguras e inseguras. En ese aspecto seremos las mamás y los papás los que tengamos que establecer algunas reglas.
Los progenitores debemos dar nuestros mejores consejos para hacer que los niños se relacionen con seguridad con los demás. Siempre podremos inculcarles las mejores formas para relacionarse con los extraños. Entonces… ¿qué debemos enseñarles a nuestros hijos en estos casos?
Podemos comenzar a enseñarles a decir “no” a cualquier persona que les haga sentirse incómodos. Es necesario que aprendan a dar una negativa, independientemente de cualquier palabra que se use. Hay que recordar a nuestros hijos que no hay que dejar que un adulto haga algo que ellos no quieren.
En el momento en el que algún niño se sienta inseguro o incómodo, tendrá que buscar ayuda rápidamente. Si es necesario deben gritar para alarmar a las personas próximas para que puedan ayudarles. Gracias a un gesto como estos se pueden proteger de cualquier posible agresión.
Irse cuando se sientan incómodos
Además, si pueden, deben marcharse del lugar en el que se sientan incómodos lo más rápido posible. Es importante recordarles que nunca deben acercarse a personas que no conocen. Lo mismo sucede con los coches de otras personas y sobre todo que nunca acepten nada de extraños. Ni regalos como juguetes, ni dinero ni mucho menos que coman cualquier dulce o producto que se pueda comer.
Por otro lado, no hay que escribir el nombre de nuestro hijo fuera de su chaqueta o en cualquier lugar fácil de ver. En ocasiones, los pedófilos engañan a muchos niños haciéndose pasar por amigos de sus familiares. Sobre todo cuando descubren algún dato de los niños.
Como padres, hay que conocer a todos los adultos que interactúan directa o indirectamente con nuestros hijos. De esta forma podremos tener el control sobre sus relaciones, sobre todo cuando son pequeños.
Para finalizar, es necesario recordar que los peques nunca deben alejarse de nosotros o de personas de nuestra total confianza cuando nos encontremos fuera de casa, en espacios públicos.