Ser madre o padre primerizo puede ser una experiencia maravillosa, pero también agotadora. Las noches sin dormir, los horarios caóticos y la necesidad constante de atender al bebé hacen que cada minuto cuente. En medio de ese torbellino, preparar un biberón parece una tarea sencilla, pero en realidad no siempre lo es. Cuando el bebé llora con hambre, cada segundo se siente eterno y cualquier pequeño error, como poner demasiada agua o no calentar lo suficiente, puede complicar el momento. Es justo ahí donde entra en juego un aliado cada vez más popular entre las familias: el preparador de biberones. Continuar leyendo
