La elección de un chupete puede parecer más sencilla de lo que es. No es cuestión de ir a una tienda especializada en puericultura y elegir el primero que veamos. Puede parecer algo extraño, pero es recomendable comprarlos con unas características específicas.
Además, aunque muchas personas aseguren que el chupete no es recomendable para los niños, sí lo es. Muchos expertos coinciden en que deben usarlo porque calmará al bebé de su necesidad de succión. También se asegura que permite prevenir la muerte súbita del lactante.
La elección de un buen chupete
Como os comentaba al principio de este artículo, hay que seguir unas pautas a la hora de comprar un chupete. Con ellas comprobaremos que estamos comprando un chupete seguro. Comenzamos porque estén homologados, sean fabricados por marcas conocidas y tengan el logotipo de la CE.
Esto revelará que están hechos en Europa y cumplen con los más altos estándares de calidad. Aunque no hay que confundir con el CE que ponen en los establecimientos asiáticos a estos productos. Su CE quiere decir China Exports y posiblemente no ha pasado las revisiones ni cumple con la normativa europea.
La tetina no debe sobrepasar una longitud de 30 milímetros; con ello se evita el riesgo de atragantamiento. No debe tener ninguna parte ni punzante ni cortante que puedan hacer daño a la boca del bebé. Además, el cuello del chupete tiene que superar la boca del niño para que éste no pueda tragárselo.
En caso de que el chupete tenga anilla, no debe separarse de la tetina, para ello hay que tirar con fuerza. Además debe contar con orificios que permitan que pase el aire a la boca del bebé sin problema. No se debe poder desmontar ni tampoco tener ninguna pegatina o etiqueta que pueda desprenderse.
Hay que buscar que el chupete esté fabricado en látex (caucho) o silicona, materiales seguros para la tetina. Además, es aconsejable que el chupete sea anatómico, para que pueda adaptarse al paladar del bebé y no lo deforme.
Cómo usarlo con seguridad
Cuando se le va a dar el chupete al bebé, hay que tener en cuenta diversas medidas como esterilizarlo la primera vez. Además se recomienda que el bebé lo use para dormir y que mientras esté despierto no lo haga.
Nunca hay que intercambiarlo ni compartirlo con el de ningún otro niño. Tampoco hay que colgarlo de una cadena del cuello del bebé. Se debe reemplazar cada dos meses para evitar que vaya acumulando bacterias o si la tetina está deteriorada.