¡Todo el día de arriba para abajo! Sí, así son los más pequeños. Es algo que es inherente a todos ellos y, como no se puede evitar, más vale que nos aseguremos de que tengan el descanso más adecuado posible. El derroche de energía que gastan es inmenso, es algo que necesitan, y por ello no merece la pena escatimar en el precio de un buen colchón para niños, si la recompensa va a ser su pleno descanso.
¿Por qué es fundamental el descanso para nuestros hijos?
La respuesta más inmediata es porque un descanso pleno ayuda a que el niño afronte el día con plenas garantías de éxito. Diversos estudios, a lo largo de estos últimos años, han revelado que los más pequeños deben dormir entre 10 y 11 horas. De lo contrario, pueden aparecer patologías como la ‘alteración del sueño’ o insomnio que pueden determinar la calidad del resto de sus vidas.
La falta de sueño puede provocar desde problemas de conducta, hasta dificultades en el aprendizaje o incluso problemas familiares. Los trastornos derivados de esta carencia son desde sonambulismo o bruxismo hasta la somniloquia. Así pues, con una meta tan importante y fundamental como esta, entra a ‘jugar’ un elemento indispensable: el colchón.
Beneficios de un buen colchón para niños
Los beneficios de un descanso satisfactorio para los más pequeños son innumerables, tanto a corto como a largo plazo:
- Desarrollo a todos los niveles. Psicomotor, intelectual, lingüístico, personal y social. Un buen sueño estimula la complejidad del cerebro y hace que sea el propio niño el que sea dueño de su cerebro.
- Adaptado a su fisonomía. Al moldarse a su cuerpo, se reducen al mínimo los posibles puntos de presión lo que posibilita que la sensación de descanso sea total y sin ningún tipo de lesión.
- Sensación de bienestar. Un sueño reparador se nota en la actividad de nuestros pequeños. Alegría y energía irradian de ellos cuando el sueño ha sido placentero.
¿Cómo escoger el colchón ideal?
Como hemos podido comprobar, escoger el colchón adecuado para nuestros hijos no es una decisión que se deba tomar a la ligera. Su edad, su altura, su movimiento o su fisonomía en general son factores a tener en cuenta a la hora de decantarse por uno u otro. Por ello y porque queremos que no te arrepientas de tu decisión, te ofrecemos cuatro colchones con diferentes características:
- Kale (2 a 4 años): pensado para que sea la primera ‘cama’ para el pequeño. Colchón suave y cómodo reforzado en los laterales para evitar caídas durante el sueño ¡Tiene zona de cuentacuentos!
- Kilda (4 a 6 años): ¡El mejor soporte! ¿Por qué? Porque con sus más de 350 muelles ensacados y una fina capa de espuma harán las delicias de tu pequeño.
- Kanoa (6 a 10 años): una etapa fundamental. Después del colegio, del deporte, de los amigos, clases… necesitan descansar y recuperar fuerzas. Con este colchón lo harán… ¡vaya que si lo harán!
- Karoo (10 a 18 años): crecen y siguen creciendo. Sus muelles ensacados son el mejor soporte y la capa de visco otorga confort y adaptabilidad. Nada mejor para preservar el lindo sueño.
Nosotros te ofrecemos alternativas, la decisión ya es cosa tuya. Pero recuerda, un niño descansado es un niño feliz y activo y eso, es algo impagable.