Alternativas al castigo de los niños

castigo-a-los-ninos

Los castigos tanto físicos como verbales a los niños no son recomendables y todos los pediatras coinciden en que no se deben llevar a cabo porque pueden cambiar su conducta. Por ello siempre nos ofrecen diferentes alternativas a ellas que resultan mucho mejores en todos los aspectos.

Efectos de los castigos físicos o verbales

Los castigos físicos o verbales no son recomendables dado que juegan en contra de su desarrollo como personas y siempre duele más a un padre o una madre tener que darle unos cachetes que el daño físico que ellos sienten.

Pegarles es algo que puede influir en su forma de ser, pudiendo hacer que con el tiempo se vuelvan más ariscos o demuestren actitudes violentas. Con la violencia solo se genera violencia, como padres y madres debemos olvidarla, tanto física como verbal o de cualquier otra índole para con nuestros hijos.

También hace que los niños experimenten tristeza, soledad, incapacidad y culpabilidad así como puede suceder que su autoestima quede dañada. Se crea un obstáculo de comunicación de padres a hijos y algo triste, se acaban volviendo menos sociables.

Estos son tan solo algunos de los efectos que consiguen los castigos físicos o verbales. Por ello siempre hay que buscar alternativas diferentes, porque las hay.

Diferentes alternativas al castigo de los niños

La psicología será uno de nuestros grandes aliados a la hora de imponerles un castigo. Por ejemplo, no dejarle ve su programa de televisión favorito, quitarle el teléfono móvil, desconectarle Internet o cambiar la clave a la conexión Wi-Fi son algunas de las alternativas que más les hará pensar las cosas cuando hacen algo mal.

Antes de llegar a esto es importante hablar con ellos e intentar reconducir su actitud, hacerles saber de manera tranquila y cercana que lo que han hecho no está bien. Debemos ofrecerles alternativas y no hacer que se sientan presionados porque su respuesta seguro que no será la que esperamos.

Los niños suelen ser mucho más receptivos de lo que se piensa y responden mucho mejor a unas palabras dichas con calma que ante los  gritos, aspavientos y amenazas.

Para finalizar, debes recordar que si tu hijo o tu hija son un poco trastos y no sabes qué hacer con ellos, prueba a hablarles de esta forma, verás cómo reaccionan mucho mejor y tú te sentirás menos violento o violenta, porque a nadie le gusta castigar a sus hijos.