Cuando se tienen dos o más hijos, es normal que se peleen de vez en cuando. A pesar de ser algo que siempre ha pasado, nunca está de más saber cómo atajar esta situación. ¿Cómo podemos tratar las peleas de hermanos? Es importante que en estos casos actuemos de forma inteligente y que no nos dejemos llevar por los nervios. Hay personas que intentan atajar el problema con un castigo, pero es la peor solución que podemos dar.
Tips para acabar con las peleas de hermanos
No hay una fórmula mágica que nos permita acabar con las peleas de hermanos, pero sí formas inteligentes. Los niños suelen pelearse entre sí muchas veces y es algo normal, por varias razones. A veces, lo que quieren es llamar la atención o incluso demostrar quién es el que manda.
Si no existe un riesgo de daño real, los expertos recomiendan no intervenir cuando haya peleas de hermanos. Esto es porque deben comenzar a aprender a solucionar sus problemas y a hacerlo de una forma civilizada.
Algunos pediatras piden que los metamos en una habitación y que no salgan hasta que hayan arreglado sus problemas. Lo que se puede decirles es que se peleen, sin violencia, sin romper nada ni hacerse daño.
Hay que enseñarles a que discutan de forma pacífica y así arreglar sus problemas sin ninguna clase de pelea. Debemos hacerles saber que las peleas no llevan a nada y menos si hay violencia. La mejor manera de hacer las cosas es poniendo mucha paciencia en todo momento.
Es importante que no les preguntemos quién fue el que comenzó la pelea. Ellos siempre intentarán eludir responsabilidades para derivar la responsabilidad de uno sobre el otro. En caso de una pelea los dos deben asumir su responsabilidad y nuestro papel debe ser siempre de carácter conciliador.
Para finalizar no podemos olvidarnos de ayudar a nuestros hijos a que puedan llegar a entender sus emociones. Hay que abrirles los ojos y hacerles entender que las discusiones y peleas no llevan a ningún lado.
Puede que hablando con ellos podamos llegar a descubrir que nuestros hijos tengan determinado problema. Una buena charla con ellos nos permitirá saber qué es lo que les pasa y así podremos ayudarles.
Para finalizar, queremos recordaros algo muy importante, nunca hay que utilizar la violencia contra nuestros hijos. Ni castigos físicos ni psicológicos, no conseguiremos nada con ello, sino empeorar la situación.