El embarazo es una etapa de muchos cambios físicos y tras dar a luz, el cuerpo ha cambiado mucho. Una de las premisas que se ponen muchas madres es la de recuperar su aspecto físico cuanto antes. A pesar de que el tiempo acaba devolviendo el cuerpo a su estado original se pueden hacer cambios. Una de las tendencias más actuales para ello son los abdominales hipopresivos.
¿Qué son los abdominales hipopresivos?
Se trata de un método creado por Marcel Caufriez, doctor en Ciencias de la Motricidad y especializado en rehabilitación. Descubrió que los abdominales tradicionales son perjudiciales para el suelo pélvico pueden acentuar los prolapsos y la incontinencia urinaria.
Esta clase de ejercicios reportan un gran número de ventajas como por ejemplo la recuperación postural. Gracias a los abdominales hipopresivos se consigue el reposicionamiento del eje de gravedad. Asimismo se reducen las curvas lumbares y se tiene una mayor sensación de confort.
Con la práctica de estos ejercicios aumenta el tono de la franja abdominal. Con tres meses de la práctica de estos ejercicios se perderán entre dos y cuatro centímetros de cintura abdominal. Esto se debe a su trabajo postural, lo que hace que los músculos trabajen mucho y quemen esa parte de la cintura.
Desaparecen los dolores de espalda
Otra de las ventajas de hacer abdominales hipopresivos es que irán desapareciendo poco a poco los dolores de espalda. Durante el embarazo, el eje de gravedad está en un lugar incorrecto. Esto obliga al cuerpo a adaptarse a esa nueva postura, produciendo dolores de espalda.
Asimismo se puede producir un déficit en la musculatura de esta zona. Si existe sobrepeso o hay sedentarismo, los dolores se verán agravados. Por ello es tan importante la práctica de esta clase de ejercicios.
En el embarazo pueden aparecer varices debido al aumento del volumen sanguíneo y la presión intraabdominal. Con este ejercicio se mejora mucho la circulación de las piernas, especialmente la de retorno. Es recomendable tanto para mujeres que han tenido parto natural como aquellas que han dado a luz por cesárea.
A todos estos beneficios hay que sumar que también se mejora la vida sexual y se recupera el suelo pélvico. Tras el parto, la tensión en el perineo se reduce y pueden aparecer problemas. Entre ellos está la incontinencia, dolores pélvicos o el temido prolapso.
Ahora ya sabes, si has sido mamá hace poco, aquí tienes una propuesta para recuperar tu físico. Pero no solo para ello sino para reforzar aquellas zonas que más han sufrido durante tu embarazo.