Uno de los síntomas clásicos de las embarazadas son los tobillos y piernas hinchadas, algo muy común. Su aparición suele ser debido a diferentes razones, principalmente por la presión que ejerce el bebé. Cuando el bebé se desarrolla en el vientre va haciendo presión, lo que afecta a la circulación del tren inferior. Otro punto importante es que con el calor, estos síntomas se hacen más notables. Cuando llega el verano suele ser una patología muy común entre todas las embarazadas a partir del tercer mes.