Con el embarazo, el cuerpo sufre muchos cambios, algo que hay que tener controlado desde el primer momento. En este proceso, el cuerpo aumenta su índice de agua, el cual usará en la formación del líquido amniótico y la placenta, así como para poder cubrir las necesidades del feto. Por eso es tan importante evitar la deshidratación durante el embarazo.