Seguro que habréis visto en más de una ocasión a vuestro hijo o hija jugando con amigos imaginarios. Esto es algo más común de lo que se piensa y hay que decir que no es algo que sea malo. Muchos papás y mamás piensan que no es bueno que el niño juegue así, pero no es para preocuparse.
Es todo lo contrario, puede llegar a ser más saludable de lo que se piensa. Esto es fruto de la imaginación de los niños. Es una vía para expresar los sentimientos de los peques y algo que les ayuda a mejorar sus habilidades sociales.