¿Qué es la preeclampsia?

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La preeclampsia es una patología de las mujeres embarazadas que se caracteriza por determinados síntomas. Entre ellos se encuentra la hipertensión arterial y la proteinuria o exceso de proteína en la orina. Esta subida de tensión es bastante peligrosa tanto para la madre como para el bebé.

Suele darse en un 15% de las mujeres embarazadas y en caso de detectarla puede controlarse y reducir sus riesgos. Aunque se suele desarrollar al principio del embarazo, no se nota hasta el tercer trimestre.

¿Cuáles son las causas de la preeclampsia?

La causa exacta de la preeclampsia no se conoce. Puede que tenga que ver con problemas vasculares, genética, dieta o alguna clase de trastorno autoinmunitario. Dentro de los factores de riesgo que se pueden encontrar destacan:

  • Antecedentes de preeclampsia o antecedentes familiares de ella.
  • Embarazos múltiples.
  • Primer embarazo.
  • Obesidad.
  • Antecedentes de diabetes.
  • Presión arterial alta.
  • Enfermedad renal.
  • Embarazos múltiples (de gemelos o más)

¿Cuáles son sus síntomas?

Hay diferentes síntomas que puede tener una mujer con preeclampsia. Entre ellos se encuentra el aumento de peso notable, casi a razón de un kilo por semana. También se puede producir hinchazón de ojos, cara y manos entre otras partes del cuerpo. En este caso no hay que confundir estos síntomas con la hinchazón de pies, tobillos o piernas. Esto es algo muy normal en todos los embarazos.

En los casos de preeclampsia más grave, estas patologías difieren bastante. Entre estos síntomas destacamos:

  • Problemas para respirar.
  • Dolor abdominal en la zona derecha, bajo las costillas. Asimismo puede sentirse en el hombro derecho.
  • Cambios en la visión como ver luces centelleantes, puntos brillantes o demasiada sensibilidad a la luz
  • Dolores de cabeza que no remiten.
  • No orinar frecuentemente.
  • Náuseas y vómitos.

¿Cómo se cura la preeclampsia?

En este caso hay que decir que la única forma de curarla es dando a luz al bebé. Los expertos coinciden en que, por norma general, a las 37 semanas de gestación el bebé estará lo suficientemente desarrollado como para nacer saludable.

En caso de que el bebé no esté completamente desarrollado y se tiene preeclampsia, se deben seguir unas pautas. De esta forma se puede controlar mejor esta enfermedad hasta que el bebé esté desarrollado.

Para finalizar, se aconseja descansar en cama y acostarse sobre el lado izquierdo siempre que sea posible. Hay que comer con menos sal, tomar mucha agua y realizarse controles médicos de manera frecuente.