Los principales errores que cometen los padres al hacer los deberes con sus hijos

Los padres también deben implicarse en ocasiones en las tareas escolares de sus hijos. Y no nos referimos a que les hagan los deberes o los trabajos. En ocasiones puede llegar a resultarles de utilidad que les orientes o les ayudes a abrir los ojos ante cuestiones que pueden atragantárseles. El simple hecho de ponerte a su lado le servirá de estímulo y posiblemente no les acarree tanta pereza ponerse a hacer los deberes.

No obstante, en nuestro intento por colaborar con ellos es posible que nos equivoquemos y les estemos haciendo un flaco favor. A continuación te desvelamos los errores más comunes que debes evitar al realizar las tareas del colegio con ellos.

Hacer los ejercicios en su lugar

Con la intención de acabar rápido o simplemente de que encuentre la solución solemos cometer el error de resolverle los ejercicios. Eso impedirá que aprenda y prospere. La resolución de una tarea contribuye a que desarrolle su autonomía, reforzará la autoestima y ayudará a organizarse mucho mejor.

Insistimos en la necesidad de orientarle cuando pueda estancarse con un ejercicio, pero nunca deben hacerse los deberes por él.

Procurar que haga todas las actividades del tirón

Algunos padres animan a sus hijos a que hagan los ejercicios del tirón, a poder ser a primera hora para así luego tener la tarde libre y dedicarle a los juegos o actividades extraescolares. En realidad no es una mala solución. Sin embargo, en ocasiones puede resultar un tanto contraproducente dedicarle demasiado tiempo a los deberes, realizarlo todo de seguido.

Eso provocará que vaya perdiendo concentración, atención y motivación. Al principio puede tener muchas energías, pero con los minutos irá decayendo. No estaría mal que le organizaras las tareas y se las distribuyeras en bloques, en donde pudiera tener unos minutos de descanso para desconectar y así retomar las actividades más adelante con más energías.

Que hagan los ejercicios en cualquier parte

Desde una temprana edad deben tener un sitio en casa en el que puedan realizar las tareas del colegio. En él deben contar con todos los elementos necesarios para hacer su trabajo y evitando cualquier distracción. Siempre es mejor que sea en su habitación o en un despacho. Procura que no sea en el salón o en la cocina, ya que siempre hay más riesgo de que se disperse y no le preste la suficiente atención a las tareas.

No ocurrirá nada si un día por cualquier motivo debe hacerlo en casa de los abuelos o en el coche durante un atasco. Se tratará de algo puntual que no debe repetirse. En ocasiones también nos preocupa aprovechar el tiempo que tenemos libre.

Dejarlo todo en manos de los niños

Sería interesante que los niños se pusieran por su cuenta, sin necesidad de indicárselo, a realizar los deberes, pero eso no siempre es así. En ocasiones habrá que estar muy pendientes de ellos y hacerles un seguimiento muy estrecho, sobre todo en los comienzos, cuando les empiecen a encargar las tareas.

Lo lógico es que se sientan más tentados por los juguetes y los muñecos que por los libros. La labor de los padres consiste en inculcarles un cierto nivel de responsabilidad y constancia. Es algo que se cultiva y que resulta esencial para que en el futuro sean ellos los que lleven la iniciativa sin que nosotros tengamos que estar tan encimas de ellos.

Realizar varias tareas a la vez

Procura que cuando se ponga manos a la obra no piense en otras cosas. Debe centrar todos sus esfuerzos en los ejercicios que tienen pendientes. Es preciso que con el tiempo vayan fortaleciendo habilidades como el inicio y fin de un encargo, la concentración, etc.

Mientras se pongan en su escritorio a cumplir con su cometido les dejaremos que estén tranquilos. Para cualquier persona resulta muy complicado estar haciendo varias tareas al mismo tiempo. Recuerda que lo más importante habrá que realizarlo antes y una vez que acabemos podremos ponernos con lo siguiente. No estaría de más establecer un orden para que también aprenda a priorizar.

Criticar o realizarle observaciones por cualquier cosa

Los padres, en su intento por ayudarles, suelen cometer otro error bastante grave y es criticarles por cualquier cosa que creen que realizan mal. A veces se focalizan en la caligrafía, en su tardanza para responder, en su desorden o por no entender las preguntas. Cuando aprecies algo de esto, lo adecuado sería trabajar con más ímpetu en aquellos detalles que consideres que deben mejorarse. Para ello lo conveniente sería reservarle en otro momento un espacio de estudio dedicado en exclusivo a ello.

Quejas por la cantidad de deberes o los profesores

En muchas ocasiones sentirás compasión por tus hijos. Consideras que los ejercicios que les encargan son excesivos para sus conocimientos y la edad que tiene. Es posible que lleves razón, pero quejarse delante de ellos no tendrá ningún tipo de sentido ni tampoco encontrarás la solución.

Haz todo lo posible por interesarte por su situación en el colegio y las actividades que llevan a cabo. Se sentirá más seguro si nos acercamos a él y le preguntamos sobre distintos asuntos del día a día. Procura crear un clima lo más placentero posible para que no le cueste tanto hacer los ejercicios pero tampoco asistir a las clases.

Aprovecha para estar tiempo con ellos

Para algunos progenitores, la hora del estudio es el momento que tienen para estar con sus hijos. No es mala idea para aprovechar y conocerle un poco más a fondo. Aunque pensemos que lo sabemos todo de él, siempre se pueden descubrir cosas nuevas, como pueden ser aficiones, intereses o amistades.

Procura organizarte para dedicarle todos los días unos minutos, aunque solo sea al comienzo para que no le cueste tanto arrancar. En el caso de que hayas tenido un mal día en el trabajo, lo mejor es que esperes a tranquilizarte. Así evitarás pagar con el pequeño tu cabreo. Es importante que se sienta cómodo, sin presión y en un ambiente lo más distendido posible.