Reconozcámoslo, en más de una ocasión hemos dado una merienda no del todo equilibrada a nuestros hijos. La bollería industrial es lo más socorrido en muchos casos, pero no es ni de lejos lo más recomendable. Todas las mamás y papás sabemos que estos alimentos contienen infinidad de grasas y calorías.
La merienda de los niños debe alejarse de estas fuentes de hidratos y grasas saturadas. Esto no quita que de vez en cuando les permitamos darse un capricho, son niños. Pero los nutricionistas desaconsejan acostumbrarles a comer esto en sus meriendas.
Ideas para una buena merienda infantil
Otra alternativa que solemos utilizar mucho en España son los bocadillos de embutido. Tenemos infinidad de embutidos diferentes y listos para llevar de la bandeja al bocadillo. Estos alimentos son quizá un poco más «sanos» que la bollería industrial, pero tampoco deben convertirse en un hábito.
Los embutidos tienen bastante sal y muchas grasas. Por ello, hay que limitar la ingesta, aunque no prohibirla por completo. Por ejemplo, la pechuga de pavo sin sal es tolerable, mucho más que un bocadillo de chorizo. Hay que intentar siempre optar por el más equilibrado.
Entonces… ¿qué podemos darles de merienda? Esa es una de las preguntas que muchas mamás se hacen, sobre todo las primerizas. En este caso hay que decir que se abre ante ellas un extenso universo de opciones.
Partiremos de la base de dejar de lado el bocadillo de embutido y la bollería industrial. Hay mundo más allá de estas dos opciones y mucho. Por ejemplo, la fruta es indispensable, al menos tres piezas al día y la merienda es el momento ideal para ello.
Aunque todas las frutas son buenas y tienen sus ventajas, hay algunas que son más recomendables que otras. Si los peques están en proceso de perder peso, siempre son más recomendables las frutas con mucho líquido.
Además de la fruta hay otras alternativas como un sandwich vegetal con los ingredientes naturales más sanos. Un poco de queso fresco light y sin sal, un vaso de leche desnatada o unas galletas integrales. También se pueden tomar cereales sin azúcares como avena.
Lo que no hay que hacer es eliminar por completo los pequeños caprichos. Una vez a la semana se puede comer algo diferente, como un poco de chocolate. Es un alimento que les encanta y que podemos encontrar de mil formas diferentes.
Lo importante es buscar un correcto equilibrio a la hora de la merienda, procurando una alimentación sana y ligera. ¿Te animas a cambiarles su merienda por algo más sano?