El autismo es un trastorno del desarrollo que afecta la comunicación y el comportamiento social. Si sospechas que tu hijo puede tener autismo, es importante buscar una evaluación profesional.
Presta atención al desarrollo del lenguaje
Uno de los indicadores clave de autismo en los niños es el desarrollo de habilidades lingüísticas. Para los padres, es crucial prestar atención a los hitos en el desarrollo del lenguaje de sus hijos. En algunos casos, un niño con autismo puede no mostrar el progreso típico en habilidades lingüísticas que se espera para su edad. Esto podría manifestarse como un retraso en hablar sus primeras palabras, la falta de balbuceo durante sus primeros meses de vida o no responder cuando se les llama por su nombre. Otro signo de alerta podría ser la pérdida de lenguaje o habilidades sociales en cualquier momento durante su desarrollo.
Consulta con un médico especialista
Cuando hay preocupaciones sobre el desarrollo de un niño, especialmente en las áreas del lenguaje y la interacción social, es importante que los padres busquen orientación de un especialista médico. En el caso de sospecha de autismo, es crucial consultar con un pediatra o un médico con experiencia en trastornos del neurodesarrollo. Estos especialistas pueden llevar a cabo una evaluación integral para evaluar el progreso del desarrollo del niño y determinar si hay alguna indicación de trastorno del espectro autista.
Los padres deben discutir abiertamente sus observaciones y cualquier comportamiento o desafío específico que hayan notado en su hijo. El especialista puede brindar orientación sobre los próximos pasos, que pueden incluir evaluaciones adicionales, terapia o estrategias de intervención adaptadas a las necesidades específicas del niño. Buscar conocimientos profesionales es un paso proactivo y esencial para abordar cualquier preocupación de desarrollo potencial en los niños.
Evaluación profesional temprana
La intervención temprana es inmensamente beneficiosa para los niños que pueden tener autismo. Tan pronto como un padre o cuidador tenga alguna preocupación sobre el desarrollo de un niño, incluyendo la interacción social, la comunicación y el comportamiento, es aconsejable buscar una evaluación profesional temprana. Esta evaluación puede ser realizada por un equipo de especialistas, que podría incluir psicólogos, terapeutas del habla y neurólogos pediátricos. A través de una evaluación integral, los profesionales pueden observar el comportamiento, la comunicación y las interacciones sociales del niño para identificar posibles signos de autismo u otros trastornos del desarrollo.
Signos y síntomas tempranos
Reconocer los signos y síntomas tempranos del autismo es crucial para los padres y cuidadores. Estos pueden incluir comportamientos y hitos del desarrollo atípicos, como la falta de respuesta a su nombre, el balbuceo y los gestos limitados o ausentes a los 12 meses, la ausencia de palabras individuales a los 16 meses y la falta de frases espontáneas de dos palabras a los 24 meses. Además, los niños que evitan el contacto visual, parecen desinteresados en jugar o interactuar con otros, o muestran movimientos o comportamientos repetitivos, pueden estar exhibiendo signos tempranos de autismo.
Es importante que los padres estén conscientes de estos posibles indicadores y busquen orientación si tienen alguna preocupación sobre el desarrollo de su hijo. El reconocimiento temprano y la comprensión de los signos y síntomas pueden llevar a una evaluación e intervención rápidas, lo cual puede beneficiar significativamente el desarrollo general y la calidad de vida del niño.
Habilidades sociales e interacción
Observar los comportamientos sociales e interacciones de un niño con sus compañeros y adultos puede proporcionar información valiosa sobre sus patrones de desarrollo. Comprender estos comportamientos puede ayudar a identificar posibles desafíos o diferencias en el desarrollo social y puede guiar el proceso de búsqueda de evaluación y apoyo profesional.
Comportamientos e intereses repetitivos
Los niños con autismo a menudo muestran comportamientos repetitivos y tienen un fuerte enfoque en intereses específicos. Estos comportamientos repetitivos pueden manifestarse de diversas formas, como la necesidad de consistencia en las rutinas diarias, movimientos repetitivos (como agitar las manos o balancearse) o un enfoque intenso en ciertos objetos o temas. También pueden tener una preferencia fuerte por intereses específicos, a menudo inusuales, y mostrar angustia o agitación cuando se interrumpen sus rutinas o preferencias.
Trastorno sensorial
Además de los desafíos en la comunicación y la interacción social, muchos niños con autismo también pueden experimentar sensibilidades o dificultades sensoriales. Estas pueden involucrar una sensibilidad aumentada o disminuida a estímulos sensoriales como la luz, el sonido, el tacto o el gusto. Por ejemplo, un niño con autismo puede ser altamente sensible a ciertas texturas de ropa, puede cubrir sus oídos en respuesta a niveles relativamente bajos de ruido o puede sentir una atracción particular o aversión a olores o sabores específicos.
Riesgo aumentado con antecedentes familiares existentes
Es importante que los padres sean conscientes de que la presencia de autismo en la familia puede aumentar la probabilidad de que otro hijo se vea afectado por la condición. La investigación ha demostrado que si un niño tiene trastorno del espectro autista, las probabilidades de que otro hermano también lo tenga son más altas que en la población general. Por lo tanto, para las familias con antecedentes de autismo o con un hijo ya diagnosticado con TEA, es especialmente importante estar atentos a los signos tempranos de autismo y buscar evaluación temprana e intervención si surgen preocupaciones sobre el desarrollo de un hijo menor.