Cuando comienza a aparecer la dentición en nuestro bebé, debemos prestar especial importancia. Es algo muy importante que está relacionado con su salud general. ¿Sabías que los dientes les ayudan a hablar con claridad? Además también son útiles para comenzar a comer alimentos sólidos y afectan a la posición de su mandíbula.
La importancia del cuidado de los dientes de tu bebé
Hay que prestar mucha atención al crecimiento de su dentición pero también a un cuidado total. No siempre pasan dolores o molestias cuando les salen, aunque lo normal es que sea al revés. Muchos bebés sufren bastante, pero es necesario que pasen por ese trance.
Para poder hacerles más llevadero esta etapa hay consejos útiles y muy sencillos. Uno de ellos es frotar su encía con un dedo limpio y hacerlo de manera muy suave. Este masaje les resultará muy reconfortante y por un ratito se olvidarán del dolor y las molestias.
También se puede darle un mordedor de bebés que hayamos metido durante un ratito en la nevera o refrescado con agua mineral un poco fría. De esta forma, el frío conseguirá calmarles. Otra opción es preguntar al pediatra si hay alguna medicación posible para paliar su dolor.
Los expertos nos recomiendan que antes de que los dientes del bebé salgan hay que limpiar bien las encías. Esto hay que hacerlo tras la comida y con un paño húmedo y agua tibia. Otra alternativa es comprar algún producto específico en la farmacia para tal fin. De esta forma mantendremos la boquita del bebé completamente limpia.
El papel de los dientes de leche
Nada más estén apareciendo los dientes, hay que cuidarlos, aunque sean los dientes de leche. El hecho de que sean unos dientes «de transición» y que acabarán cayéndose, no quiere decir que no haya que cuidarlos. La salud de los dientes finales depende del cuidado que se les dé a estos dientes.
Hay que revisar sus dentición de manera periódica para comprobar que no tenga caries. Además se recomienda cepillar los dientes desde que aparezcan. Pero no con un cepillo, se puede hacer con una gasa estéril y un poco de agua tibia. Cuando haya crecido un poco se puede usar un cepillo específico para bebés y una pasta de dientes que no cuente con fluoruro.
Estos son los cuidados que como mamás o papás podemos darle, pero no hay que olvidarse del dentista. Hay que llevarle durante su primer año de vida varias veces, las que nos diga el profesional. En este caso, será el facultativo quien aconseje cuáles son las mejores pautas para cuidar de la dentición de nuestro pequeño.