Con la llegada de la nueva temporada las alergias primaverales en los niños se acentúan. Según los expertos, cada vez afectan a más menores en todo el mundo. Por ello, es aconsejable reconocer a un niño alérgico para protegerle lo mejor posible.
Según diferentes expertos, las alergias respiratorias han aumentado en los últimos años. Se han duplicado en los últimos 20 años y se estima que pueden afectar a entre el 7% y el 20% de los niños. Los niños que sufren esta clase de patologías pueden tener efectos bastante negativos en su salud. Eso hace que tengamos que prestar especial atención a los síntomas que pueden tener los peques.
Síntomas más comunes de las alergias primaverales
Hay un gran número de alergias diferentes con la llegada de la primavera y muchas de ellas tienen síntomas similares. Entre los de la rinitis se encuentran los estornudos, bastante picor de nariz y abundante secreción nasal acuosa.
Las alergias tienen otros síntomas como escozor, hinchazón de párpados o afecciones en los ojos. Los casos más graves pueden estar acompañados también de conjuntivitis. También puede haber tos, infección de oído, problemas para respirar, irritaciones o malestar general.
Todos esas pueden ser claros síntomas de que se tiene una alergia primaveral. Esa es razón más que suficiente para prestar atención cuando sufra de alguno de ellos.
Se manifiestan durante el tiempo en el que el niño se encuentre expuesto a los agentes alérgenos. Para diferenciar estos problemas de lo que pudiera ser un resfriado normal hay que fijarse en otros indicadores. Éstos pueden ser dictaminados por un facultativo, por ello es necesario consultar a un especialista cuando veamos estos síntomas en los niños.
La prevención es la clave
Como en todo problema de salud, lo más importante es la prevención. Ese es uno de los motivos que ayudan a evitar muchas enfermedades o en este caso, alergias. Es importante evitar la exposición de los niños al polen durante los días y horas de más intensidad.
Es decir, hay que evitar la primera hora de la mañana y las últimas de la tarde. Esto se hace extensivo a los días en los que hace mucho sol y viento. Los días en los que las condiciones climáticas son diferentes son los mejores.
También se aconseja cerrar las ventanas de casa y evitar acercarse al césped recién cortado. Evitar viajar con las ventanillas del coche abiertas o con el aire acondicionado. No colgar la ropa al aire libre para que el polen no se acumule en ella y se recomienda el uso de purificadores de aire en casa.